19 de junio de 2010

Sobre el Mundial VIII:

Los partidos de hoy, o por lo menos dos de ellos, dejaron más que sólo resultados. Oficialmente tenemos al primer clasificado y al primer eliminado de Sudáfrica 2010. Digo oficialmente porque equipos como Honduras, Corea del Norte o el local tienen muy pocas posibilidades de jugar los octavos de final. Y también hay que tener en cuenta a Argentina, Uruguay y Méjico como casi clasificados.


Pero lo que hoy nos llama es la victoria de Holanda sobre Japón primero, y la derrota de Camerún a manos danesas después. Vale la pena aclarar que los holandeses no se clasificaron con su triunfo, sino que se beneficiaron de la derrota africana.


El partido entre naranjas y asiáticos fue, una vez más, aburrido. Como varios de los encuentros de las 8.30 intenté verlo desde la cama, pero el sueño siempre fue más fuerte, y me ganó la pulseada en varias etapas del partido. Por lo menos, el grito de Que digo gol, recontra golazo Nelson me sacudió, y pude ver el error del arquero japonés tras el remate de Sneijder.


Los dirigidos por Takeshi Oda se plantaron en la cancha con cuatro defensores (Komano, Nkazawa, Tulio y Nagatomo) con un volante de contención delante de los centrales (Abe). Entre ellos cinco controlaron la zona en la cual holanda (supuestamente) crea las situaciones de riesgo, y anularon a los cuatro naranjas dedicados al ataque. En la mitad de la cancha los asiáticos pusieron a otra línea de cuatro jugadores (Matsui, Hasebe, Endo y Okubo), como para asegurarse la posesión en esa parte del campo (cosa que no ocurrió). Y adelante jugó el autor del gol japonés en el primer partido, Honda.


Lo cierto es que el intento de mantener/controlar a la pelota no le funcionó a los de Oda. Holanda tuvo mucho más el balón, pero no supo que hacer con él.


Y la razón por la cual los europeos no pudieron traducir el control del juego en goles fue la misma que en el primer partido (Japón se paró de manera similar a Dinamarca). Bert Van Marwijk puso al mismo equipo que contra los daneses, y no corrigió el error que si rectificó con las sustituciones que hizo en ambos partidos.


Les vuelvo a decir la formación de Holanda porque me resulta muy interesante. De nuevo jugaron con cuatro defensores (Van der Wiell, Heitinga en el centro y Mathijsen y Van Bronkhorst en los costados con proyección), dos volantes centrales (Van Bommel y De Jong), tres jugadores dedicados a la creación (Kuyt, Sneijder y Van der Vaart) y un delantero (Van Persie).


Tanto en el primero como en el segundo encuentro, las situaciones más claras de Holanda vinieron cuando el DT sacó a Van der Vaart/Kuyt y puso a un extremo. El joven Ekijero Elja es de lo mejorcito que hemos visto de los equipos europeos (que hasta acá han dejado mucho que desear). Con su velocidad le dio otro ritmo al ataque holandés, lo que le permitía a Sneijder más tiempo y espacio con la pelota. Sería raro, si Robben no vuelve a estar disponible, que Elja no juegue contra Camerún.


Más allá de no demostrar todo lo que pueden hacer, Holanda es el primer equipo clasificado a octavos de final y espera a algún conjunto del Grupo F (Italia, Paraguay, Nueva Zelanda y Eslovaquia).



Ahora es el turno del primer eliminado del Mundial: Camerún.


Los africanos empezaron el partido con una mentalidad bien diferente a la del primer encuentro y los europeos también hicieron algunos cambios en relación al partido con Holanda. Ambos equipos plantaron un 4-3-1-2 bien clásico, pero la diferencia (tanto para bien como para mal) la hizo Assou-Ekoto, el lateral izquierdo camerunés.


El conjunto de Eto’o controló la pelota desde el principio y, tras un error en la salida del rival, el delantero de Inter aprovechó un buen centro y definió al primer palo. Lo bueno de los dirigidos por Paul Le Guen es que tras el gol no se tiraron atrás y siguieron atacando. De la mano de Emana y Geremi manejaron bien la pelota, y tuvieron la posibilidad de meter otro.


Pero tras uno de los ataques de Camerún, la defensa danesa recuperó la pelota en el lado izquierdo, tiró un pase largo cruzado a la espalda de Assou-Ekoto, que estaba en ataque, Rommedahl recibió con mucho espacio y tiro el centro para que Bendtner defina con el arco solo. De repente, el partido estaba como al principio, cuando los africanos habían sido más que los europeos.


El segundo tiempo empezó igual, con Los Leones Indomables yendo a buscar en segundo. Pero nuevamente tras otra pelota desperdiciada en ataque, Dinamarca hizo lo mismo que en el primer gol. Pase largo cruzado a Rommedahl, que esta vez, en lugar de tirar el centro, enganchó hacia el medio y empujó de zurda al segundo palo.



Es una lástima que tras haber cambiado la forma de jugar (para mejor) Camerún se haya quedado afuera. Sin embargo bien por Le Guen que cambió a tiempo.


Igualmente me saco el sombrero ante los daneses que pudieron haberse tirado atrás cual Grecia, pero no lo hicieron y siempre matuvieron a dos o tres jugadores dispuestos para una contra. Podría haber sido empate por el empuje africano, pero un tercer gol danés de contra no hubiera sido descabellado.


Lamentablemente para los objetivos de la organización, los equipos del continente no andan nada bien, y hay muchas chances de que ninguno avance a la segunda ronda. Es el momento de despertarse para los europeos que nos deben algunas materias, y ojala que el invicto sudamericano continúe (aunque si Brasil pierde con Costa de Marfil no me pondría muy triste).


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