13 de junio de 2010

Sobre el Mundial III:

Tercer día, segundo equipo campeón que jugó y ganó. Pero la diferencia básica entre el triunfo argentino y el germano fue la efectividad. Argentina metió uno, que deberían haber sido dos o tres, y Alemania metió cuatro que podrían haber sido cinco o seis.


Es cierto que jugó contra un equipo que fue menos de lo que se esperaba, pero también es verdad que los alemanes jugaron bien a la pelota, y punto.


También pudimos ver otras cosas que no se esperaban del equipo alemán:


Primero la salida del tradicional 4-4-2 que tanto mal le hizo a los jugadores creativos. Joachim Löw cambió el tradicional esquema por uno un poco más atractivo.


El DT puso en la cancha a cuatro defensores (Friedrich, Mertersacker y Badstuber), con Philip Lahm por la derecha pasando mucho al ataque; también incluyó a un volante con tareas más defensivas que ofensivas (Khedira) al lado de un extremo reconvertido, y haciendo las veces del doble “5” más ofensivo (Schweinsteiger); más adelante una línea de tres jugadores bien creativos que constantemente intentaron juntarse (Podolski, Özil y Müler) y arriba uno de los delanteros más subvalorados del mundo (Klose, que tiene 11 goles en Mundiales).


En definitiva, además del cambio de dibujo, hay un par de conclusiones interesantes sobre el partido que Alemania le ganó a Australia:


-Alemania ataca con, por lo menos, cinco jugadores: Klose, Müler, Özil, Podolski y Lahm. Schweinteiger se suma a veces a la ofensiva.


-Özil es un muy buen jugador. Se nota que disfruta mucho cuando da un buen pase, y se entiende bien con los que van por afuera y también con Klose. No se si es crack, pero es bueno en serio.


-La reconversión de Schweinteiger le dio resultado a Van Gaal en Bayern Münich (al lado de Van Bommel) y también a Löw en la Selección. El rubio pasó de ser un volante del montón a uno que maneja bien los hilos del equipo desde atrás.


-La transformación de Podolski (antes segundo delantero) en una especie de extremo izquierdo cuando Alemania ataca, y un volante que ocupa bien los espacios cuando su equipo defiende le funcionó a los germanos.


-Y por último, el intento de la federación australiana de continuar con el legado dejado por Guus Hiddink no funcionó. El hecho de que el actual entrenador haya sido ayudante del holandés no se tradujo en la solidez defensiva que Hiddink le dio a los de Oceanía en Alemania 2006.


Ah, me olvidaba…


Soy yo, o esta formación (4-2-3-1) se puede aplicar tranquilamente a la Selección Argentina…imaginemos/soñemos: Romero; Burdisso/Clemente, Demichelis, Samuel, Heinze; Mascherano, Verón; Jonás, Messi, Tévez (haciendo las veces de Podolski); Higuaín/Milito.


No me pueden decir que a este equipo le falta equilibrio. Tampoco se puede argumentar que no hay suficientes socios para Lio. Además queda en el banco Ángel Di María, que podría ser un gran suplente de Carlitos…


Está escrito. Piénsenlo…


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