Hay algunos artefactos tecnológicos que quedan en la historia. Desde consolas de video juegos (la primer Play Station o el Family Game), televisores, computadoras (Commodore 64, o la primer Mac) y hasta celulares (cómo olvidarse del ladrillo, o del Startac).
Pero hay un teléfono que para mucha gente es el más grande de todos: el Nokia 1100. Adorado por muchos, y odiado por pocos, debe ser el artefacto que todo el mundo tuvo alguna vez entre sus manos. Y si no lo hicieron, deberían. Un celular indestructible, práctico y sencillo que, como si fuera poco, tenía linterna.
Pero la mejor característica del 1100 era la duración de la batería (junto el Snake). Uno podía llegar a pasar tranquilamente diez días sin enchufarlo. Y la carga aguantaba y aguantaba.
Por eso, la marca finlandesa decidió que luego del verano europeo va a presentar un modelo nuevo de su línea de teléfonos celulares. Pero este no tiene pantalla táctil, ni GPS, ni Cámara de 45 megapíxeles. Es el primo del 1100, y se llama C1-00.
El Nokia C1-00 tendrá radio FM, linterna, y la opción de poder ponerle dos tarjetas SIM. Pero lo más importante es que la batería puede llegar a durar 6 semanas en modo de espera.
No se confundan, no soy un empleado de Nokia, sólo admiro las cosas que están bien hechas.
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