12 de junio de 2010

Sobre el Mundial II:

El segundo día de Mundial vino con el condimento de tener en la cancha a Argentina. Pero en este post no voy a hacer referencia al partido contra Nigeria, sino que voy a dejar un par de cosas que se pueden decir sobre los equipos que jugaron hoy.

El encuentro de las 8.30 entre Grecia y Corea del Sur tenía el atractivo de enfrentar a los otros dos integrantes del Grupo B, y próximos rivales de la Selección.

Por un lado tuvimos a una decepcionante Grecia (todavía no se cómo hicieron para ganar la Euro 2004), que es un equipo que no tiene ninguna inteción de atacar a su rival por otra vía que no sean centros a Charisteas (héroe de la Copa jugada en Portugal).

Pero el problema no es ese, ya que es relativamente normal que un equipo piense más en el empate y en el cero de su arco que en convertir. El inconveniente para los griegos viene cuando les meten el primer gol (cosa que no es tan difícil), porque en vez de ir para adelante para intentar empatar, matienen la forma de juego, y se quedan sin recursos. No creo que los europeos peleen por un lugar en la segunda rueda.

Corea del Sur, en cambio, mostró más de lo que esperaba, pero sin llegar a sorprenderme. Los asiáticos corren mucho, y corren bien. Ocupan bien los espacios en la cancha, especialmente en el mediocampo, que es su mejor línea. Liderados por Park Ji Sung, intentan constantemente abrir la cancha y jugar con algún delantero que venga a buscar la pelota.

Particularmente creo que los coreanos ganaron bien el partido, y me parece que son más equipo que Nigeria. Si los africanos vencen a Grecia, y Argentina le gana a Corea, el partido entre asiáticos y nigerianos va a ser muy interesante.

Ya por la tarde, y un poco más despierto, me encotré con Inglaterra y Estados Unidos. Lo cierto es que lo único que me pareció bueno de los británicos fue el lateral derecho Glen Johnson. Es un buen marcador de punta, pero como se había lesionado en la segunda parte de la temporada, no sabía cómo iba a responder. En definitiva, fue lo mejor de su equipo gracias a que Frank Lampard y Steven Gerrard no aparecieron tanto cómo se los necesita.

Y la razón por la cual no tuvieron peso en el partido es la ausencia de un mediocampista defensivo del estilo de Michael Carrick. Al no tener un jugador que les asegure las espaldas, ni Lampard ni Gerrard pasaban al ataque con confianza. Es más, en muchas ocasiones era uno de los dos el que se sumaba a la ofensiva, y el otro se quedaba lejos de la jugada. Lo peor de todo es que los corrimientos tácticos que debe hacer Fabio Capello para aprovecharlos a los dos no son muy complicados.

El jugador de Liverpool tiene que dejar el centro de la cancha, y pasar a jugar un poco sobre la izquierda. De esta forma, con Lampard junto a Carrick, Gerrard tiene más lugar para jugar, y al tener la tendencia de ir hacia el arco, le deja la banda libre a Ashley Cole, que les ofrecería la apertura que estarían perdiendo con la salida del volante izquierdo tradicional.

Del lado de los norteamericanos no encotré nada nuevo. Un equipo sencillo, simple, que ocupó bien los espacios y esperó a los británicos para salir de contra. La diferencia entre los yanquis y otros equipos que pueden llegar a lograr el mismo orden la marcan Landon Donovan y Clint Dempsey. Los dos, el primero jugador de Everton y el otro de Fulham, son los que le dan a Estados Unidos un salto de calidad necesario para avanzar en este tipo de torneos.

Calculo que ni Argelia ni Eslovenia (que juegan mañana a las 8.30 por TyC) tienen posibilidades frente a ninguno de los dos equipos del Grupo C que jugaron hoy.

Terminó el segundo día, primero de fin de semana, y nos dejó la alegría del triunfo nacional. Mañana voy a ver cómo hago para despertarme para Argelia – Eslovenia (aunque la portación de apellido debería ayudar).

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