Hay varias instancias para saber cuan importante es un jugador para un equipo: estar entre los que tienen posibilidad de ir al banco de suplentes, ser sustituto, alternar con otro para salir con el primer equipo, ser titular, o ser un indiscutido dentro del plantel.
Sin embargo, en el básquet no necesariamente es así.
Los cinco que comienzan el partido no siempre son los que el técnico considera “sus titulares”. Lo importante en “el deporte ráfaga” (como le dicen los comentaristas de Space) es ver quienes terminan un partido que está peleado.
Por suerte, para poner un ejemplo tenemos a uno de los nuestros…
Emanuel Ginóbili raramente salta a la cancha como titular en los San Antonio Spurs (los cinco que arrancan son Parker, Jefferson, Mason, McDyess y Duncan). Pero antes de transcurridos 5 minutos de juego Manu sale de la banca para luego ser el 4to jugador con más minutos en cancha (detrás de Duncan, Parker, Jefferson y George Hill, que es el base suplente del francés), y también el 4to que más puntos anota (con 13 y medio promedio por partido).
Es importante aclarar que en el baloncesto son muy importantes los suplentes, porque son los que tienen que mantener la intensidad de los titulares para que luego éstos retornen para darle el golpe de gracia al equipo rival.
Por eso es que los equipos campeones tienen generalmente una banca que se encuentra entre las mejores de la liga. Los Lakers campeones este año promediaron 106.9 puntos por partido, de los cuales los suplentes anotaron 44.4.
No siempre los que empiezan son los que definen los partidos.
Así está el país…
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