Los tres del medio: Tottenham

Era un partido importantísimo para Arsenal, por varias razones: era el clásico del norte de Londres, era la posibilida de sumar una cuarta victoria consecutiva y era una buena oportunidad de irse con confinanza al parate de dos semanas por las fechas FIFA. Pero Arsenal perdió 2 a 1 y la realidad del equipo de Wenger es cada vez más complicada. Y como si fuera poco, Sagna se fracturó y estará tres meses afuera.

Con respecto a los tres del medio, el partido mostró dos diferencias muy grandes comparado con la victoria en casa contra Bolton. Las novedades fueron que Song tuvo que ser central por la cantidad de lesiones y Francis Coquelin jugó de volante defensivo. Además, también por la ausencia del camerunés en la mitad de cancha, Ramsey se vió obligado a adelantarse unos metros y hacer de Fàbregas. Por su parte, Arteta jugó a lo mismo que viene jugando desde que llegó, y le salió bastante bien.

La principal falencia estuvo en la poca predisposición mental que tiene Ramsey para jugar de “enganche” definido. A él le gusta estar más atrás, pero eso no tiene que ver con una falta de calidad en el pase final, sino porque no está acostumbrado a hacerlo.

El posicionamiento de Ramsey contra Tottenham y contra Bolton

Como se puede ver en la pizarra, Ramsey jugó mucho más adelante que contra Bolton. Y si bien tuvo un muy buen número de pases (60) y gran porcentaje de efectividad (81%), no logró penetrar la defensa del equipo local con uno de esas asistencias a los que nos acostumbró Fàbregas en sus años como gunner. En comparación, Luka Modric, en una posición similar, hizo nada más que 31 pases. Es lógico que Wenger quiera que Ramsey cumpla una función más ofensiva, pero el salto deberá ser más progresivo y no tan impactante para el galés de 20 años.

Como consecuencia de la posición adelantada de Ramsey, Arteta tuvo más contacto con la pelota. Por suerte para el equipo, no perdió efectividad y distribuyó bien el balón. Dió 81 pases sobre 91 intentados (62 sobre 76 contra Bolton), y se movió por el centro, apenas inclinado hacia la derecha.

El posicionamiento de Arteta contra Tottenham y contra Bolton

Pero la gran novedad fue la presencia del joven Francis Coquelin como volante defensivo. La verdad es que como mediocampista de contención jugó un gran partido: 55 pases (87% de efectividad), cinco robos de pelota, tres intercepciones y una gran predisposición para cubrir a sus compañeros. Sin embargo, y esto no puede para nada empañar su muy buena actuación, no aportó lo que suele aportar Song en ataque.

El posicionamiento de Coquelin contra Tottenham y el de Song contra Bolton

Evidentemente, el aporte de Song es mucho, tanto en ataque como en defensa, como para exigirle a un chico de 20 años que cumpla todas las funciones que realiza el camerunés. Hay que estar más que conformes con el gran partido de Coquelin.

Lo que sí es notable, es como el cambio de posición de Song hizo que cambie completamente la dinámica del equipo. Esa es una mala noticia, porque en enero empieza la Copa de África, y probablemente se vaya con Eto'o y compañía a Gabón y Guinea Ecuatorial (aunque no está definido porque Song tiene mala relación con la Federación de Fútbol de su país y se peleó varias veces con el goleador ex Inter y Barcelona).

Un último detalle está relacionado con las pelotas disputadas. Los jugadores de Tottenham trabaron 76 balones y ganaron 52, y Arsenal disputó 61 y ganó nada más que 26. Este dato no determina el resultado de un partido, pero sí es una evidencia de las ganas con las que cada equipo jugó el encuentro.

Conclusión: Song ya era un jugador importante en la dinámica del equipo, y especialmente fundamental en el eje que conforman los tres del medio. Para lo único que fue “útil” el partido del domingo fuer para que se termine de confirmar la diferencia que marca Song desde la posición supuestamente más defensiva de los tres del medio. Arteta volvió a cumplir, pero sigue siendo preocupante la falta de creatividad en el centro del campo. Encima, si los dos extremos (Walcott y Gervinho) tienen un partido tan malo, el equipo se queda sin opciones y pasa lo que pasó el domingo: un equipo con la pelota pero que no sabe qué hacer con ella.