Llegaba el año 2003, y la banda decidió que tenían que tomar alguna decisión si querían convertirse en el próximo grupo del Oeste en sonar en
Ya en Marzo, y tras una gira por la costa que no les generó ganancias, sino más bien pérdidas (debido a que una noche mientras estaban tocando en un bar en Aguas Verdes ante 12 personas, hubo un hecho de inseguridad en el camping donde se estaban quedando, y les robaron el morral donde tenían la ropa de todos los integrantes de la banda), decidieron que era el momento de cambiar las cosas.
Se reunieron en el departamento de los padres de Pablo Alves, primera guitarra y compositor del grupo, y resolvieron que lo mejor para la banda era que Raúl “Larry” López, cantante y otro de los compositores de Los inadaptados de siempre dejara la banda, ya que era “muy controlado y centrado” (ésta fue la declaración oficial) para ser el cantante de una banda del Oeste.
Con la salida definitiva de “Larry”, era el momento de considerar las opciones que tenían para seguir adelante con su sueño. Necesitaban conseguir un cantante que además de tener una “voz del Oeste”, supiera escribir con el nivel de profundidad con el que lo hacía Alves. Entonces decidieron imprimir volantes que empezaron a repartir por todos los barrios del Gran Buenos Aires. Hasta que un día, en uno de sus ensayos semanales, el timbre sonó en la casa de “Poxi-Ran” Iglesias.
Mañana, la tercera parte de la historia de Los inadaptados de siempre, una banda del Oeste.
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