El reloj fue inventado para saber la hora, pero hoy es un accesorio que cumple otros propósitos. Está visto, junto al auto, la ropa y la casa, como una información más acerca de cuanto valés como persona. Por eso, las empresas que se dedican a fabricarlos, ni lentas ni perezosas, decidieron aprovechar una de las expresiones básicas del capitalismo, la publicidad, para agrandar su mercado.
¿Y qué mejor imagen que la de un/a deportista exitoso/a?
Es joven, responde a los cánones de cómo debe verse una persona, y es ganador/a. Sin embargo, el mercado de relojes de alta gama no es para cualquier deporte. Hay dos que son consumidos por personas de altos recursos por excelencia: el golf y el tenis. Como de golf no tengo idea, voy a referirme al deporte blanco.
Si hablamos de éxitos en tenis, no podemos dejar a un lado a Roger Federer. Era sólo cuestión de tiempo para que la marca más conocida de relojes caros, Rolex, se ponga en contacto con uno de los mejores tenistas de todos los tiempos.
Pero no sólo firmaron un contrato con el suizo para que haga comerciales y presentaciones, sino que encontraron una beta en el mercado publicitario que no estaba siendo explotada. Cada vez que en los últimos años Federer ganó un título, en la foto de él levantando el trofeo apareció un Rolex en su muñeca izquierda.
El resto de las marcas de alta gama también empezaron a ponerse en contacto con algunos tenistas, y al poco tiempo pudimos ver a Rafa Nadal con un producto de la marca francesa Richard Mille en su muñeca derecha.
Hoy ya es casi una costumbre que los tenistas top tengan un contrato con una empresa de relojes. Incluso Juan Martín del Potro tiene un acuerdo con Rolex, y aprovechó estos meses sin tenis para filmar un comercial.
Pero una vez más, la cabeza de los expertos en marketing nos sorprendió.
El partido de primera ronda de Rafa en Roland Garros no fue nada del otro mundo, barrió al invitado francés Gianni Mina 6-2, 6-2 y 6-2. Pero si hubo algo que marcó la diferencia: el español jugó el partido y todo el torneo con éste reloj.
Para acostumbrarse al nuevo accesorio en su muñeca derecha, empezó a usarlo en enero en los entrenamientos. Tampoco es que tiene que hacer tanto esfuerzo, porque pesa tan sólo ¡20 gramos! El que se lo quiera comprar para poder ganar tantos torneos cómo Rafa tiene que desembolsar apenas U$S 525 mil. Un regalo si consideramos que con ese reloj vamos a poder ganar Roland Garros y Wimbledon en dos meses.
Nadal no es el único. Las belgas Kim Clijters y Justin Henin también juegan con reloj.
Por suerte las publicidades en la ropa de los/as tenistas está restringida. Los carteles no pueden ser de más de diez pulgadas, y aunque muchos lleven marcas en las mangas, son más los que no tienen nada.
¿Qué nueva idea tendrán los publicistas para explotar la imagen de los deportistas?
P.D.: Hablando de relojes y tenistas…en su Twitter Andy Murray, escocés él, dijo que el nuevo modelo de la marca suiza Hublot dedicado a Diego Maradona es el mejor que vio. No creo que sus fans ingleses estén muy contentos. Lo que si, el reloj está muy bueno…
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