5 de abril de 2010

Al divino botón:

Cuando algo no funciona o se rompe más allá de lo reparable, lo ideal no es “atarlo con alambre”, sino cambiarlo. Sin embargo, una verdad que resulta tan sencilla como obvia para todo aquel que alguna vez intentó arreglar algo en casa, no lo es para los cráneos de la F1.


La temporada 2009 de la máxima categoría del automovilismo fue una constante lucha de poder entre los equipos (que forman la FOTA) y los directivos de la FIA. A grandes rasgos, la entidad dirigida en su momento por Max Mosley tenía la intención de achicar progresivamente el presupuesto de los equipos, con el objetivo de atraer nuevas marcas. Pero la asociación de escuderías, con Ferrari a la cabeza, se opuso y amenazó con crear un campeonato paralelo.


Para algunos, la consecuencia de ésta disputa fue el campeonato que Brawn GP (hoy Mercedes) consiguió, en parte, gracias al doble difusor, que fue una novedad agregada a los autos que casi cruzaba la línea de lo permitido por el reglamento


La controversia generada en torno al doble difusor (le da más carga aerodinámica al auto, permitiéndole ir más rápido en las curvas) se debió a dos cosas: era una MUY libre interpretación de lo reglamentario, y por otro lado, los grandes equipos no lo habían incluido en sus coches, por lo que corrían con una desventaja que pocas veces habían sufrido.


Pero lo que nunca tuvieron en cuenta los que le permitieron a Ross Brawn utilizarlo, fueron las consecuencias que los dobles difusores iban a crear una vez que toda la parrila los tuviera: el aire “sucio” que generan los autos hace muy difícil pasar a alguien que lo tenga, ya que si uno se acerca demasiado al coche que tiene adelante como para pasarlo, pierde grip y tiene muchas chances de despistarse. Y si había algo que la Fórmula 1 no necesitaba eran más problemas para pasar autos.



Entonces, previo al comienzo de la temporada 2010 (que hasta ahora ha sido bastante buena gracias al clima), se hicieron varios intentos para promover los sobrepasos. Pero tanto el impedimento de recargar los tanques, como la total libertad en la clasificación, son “parches” que no solucionan el problema que generan los doble difusores.


Como es lógico, en 2011 estarán prohibidos, y también se están considerando otros cambios que probablemente ayuden a mejorar el espectáculo. Pero si observamos la situación desde el principio, nos damos cuenta que éste es un inconveniente que nunca se debió haber generado.



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